jueves, 26 de marzo de 2009

Murió el padre de la publicidad

Eulalio Ferrer llegó a México hace 69 años. Creó nuevo concepto en esa área
Yanet Aguilar Sosa
El Universal
Jueves 26 de marzo de 2009

yanet.aguilar@eluniversal.com.mx

Gabriel García Márquez lo llamó “El Supremo Pontífice de la Publicidad”. Eulalio Ferrer, el reconocido publicista y comunicólogo, se consideraba sobre todo un apasionado admirador de Miguel de Cervantes y de El Quijote, un exiliado español de segunda generación, amigo de muchos y enemigo de pocos.

El autor de más de una treintena de libros sobre publicidad y comunicación, que acuñó la ciencia de la comunicología y tuvo entre sus grandes logros haber instituido la Fundación Cervantina de México, impulsado el Museo Iconográfico del Quijote en la Ciudad de Guanajuato y llevar a la Academia Mexicana de la Lengua el término “cantinflear”, murió el pasado martes a las 23:30 horas, por causas naturales en su casa.

Los restos del periodista, escritor y publicista que murió a los 89 años, que era miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua y miembro correspondiente de la Real Academia Española y de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, fueron velados ayer en una agencia del sur de la ciudad, donde hoy serán cremados, según afirmó su hijo Juan Cristóbal Ferrer.

En muchas ocasiones, el impulsor del Coloquio Cervantino reflexionó sobre la muerte, lo hizo en “El lenguaje de la inmortalidad. Pompas fúnebres” y también en “El lenguaje de la inmortalidad”, a propósito del cual llegó a citar su posible epitafio cuando le llegara la hora: “Ah, entonces vivo, debo estar agradecido por vivir”.

Ferrer Rodríguez llegó a México el 26 de julio de 1940, junto con un grupo de exiliados españoles, al término de la Guerra Civil Española. Aquí formó su familia, escribió la mayor parte de sus libros.

A través de la Fundación Eulalio Ferrer, el publicista amigo de mucha gente como Agustín Lara, Mario Moreno Cantinflas, Tomás Segovia, Ignacio Solares y Paco Ignacio Taibo I, patrocinó proyectos en favor del arte, la lectura y la educación.

El sepelio del hombre que sentó las bases de la publicidad cultural en México estuvo cerrado a la prensa, la capilla donde se velaron sus restos permanecieron abiertos sólo a familiares y amigos, quienes recordaron al publicista y estudioso incansable de la teoría y la praxis de la comunicación.

Consuelo Sáizar, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), al acudir a la funeraria señaló que fue un hombre que dignificó la palabra y la figura de El Quijote, por ese motivo pronto recibirá un homenaje. “Don Eulalio fue un hombre que dignificó la palabra, la figura de El Quijote, de la cual era un enamorado. Fue un hombre que colectivizó sus pasiones... convirtió el idioma no sólo en materia de trabajo, sino en la posibilidad de servir a una sociedad”.

A la funeraria acudieron otros amigos como Joaquín Díez-Canedo, director del Fondo de Cultura Económica, y José Sarukán, ex rector de la UNAM. (Con información de agencias)